16.11.09

Publicación Veintiseis


"See you there"
por "Mentirte Siempre es Bueno" La agrupación de desconocidos que viven adentro de los seres humanos.

Parte de un escritorio. Cinco monedas iguales y ordenadas. Un vaso azul semi transparente rodeado de sus propias marcas de agua. Una tecla de luz. Y el foco se enciende. Gato negro se asusta y huye. Parte de una biblioteca. Tres libros de lomo amarillo viejo, Miller. Algo de tierra, y un dedo que acaricia el estante. Tierra en el dedo. Soplido. Tierra en el aire. Afuera, otro lugar, otro tiempo. Desierto. Tierra quebrajada. Botas sucias. Un dedo. Un revolver. El revolver de frente, un agujero. El mismo desierto, pero mas lejos. El sonido de un disparo con eco. Otro lugar, adentro. Lobby de hotel antiguo y lujoso. Un piano de cola impecable, blanco, lustrado, ideal para que un ser divino repose su piel desnuda sobre él ante el inminente advenimiento de sus gemidos. Un hombre de piel roja fuego lo toca, desnudo. Música. El salón del hotel lujoso es solo brillos, ya nadie lo habita. Soledad, gloria de estos seres. Ahora un espejo y dentro de él un sueño. Uno de esos que pocos se atreven a vivir. “Dame tierra que lo hago realidad” dice un grupo de ojos. No te escondas en la sombra. La ardientes manos del pianista. El polvo sobre la repisa. El dedo sobre el gatillo. El gato te mira atento... si, a vos!! Un “No te escondas en la sombra” suena a lo lejos, como detrás de una puerta. Ahora el piano, y luego las monedas. Puertas altas de madera rústica iluminadas por el amanecer. Comienzan a abrirse. Rechinan. Aire puro. Caballos que corren. Dame tu sueño. “No te escondas en la sombra” Spray de perfume francés en el aire cae sobre la piel mas hot del oeste. Un triángulo flota en el medio de la nebulosa. Ahora claridad. El dedo aprieta el gatillo nuevamente. Dentro del triángulo aparece lo divino; diciendo: Silencio, estoy acá. El piano enmudece. El gato huye del living iluminado. Cartas de poker caen en cámara lenta transformándose en pétalos de rosas. Y estos al llegar al suelo se transforman en tierra, tierra quebrajada. Botas sucias. Gotas de sangre caen entre las grietas del desierto. El gato las pisa. Y entonces las puertas altas de madera aparecen saliendo del triángulo que flota. De ellas una nube de colores sale. Y dentro de la nube aparecen todas las personas que amaste. Son muchas. Te miran fijamente y al unísono , con un tono dulce y protector te dicen: Ni se te ocurra ponerle edulcorante...