8.5.06

Publicación Tres




FUNTIME…

Por Julio Constantin

Rubén abrió la puerta del dormitorio, miro fijo a los ojos de Fernando que estaba sentado en la punta de la cama y le dijo:
- todo lo que quería era amor…
Ni bien terminó de pronunciar su frase disparó tres veces sobre el frágil y delgado cuerpo de este. La primera bala perforó su frente, justo en el medio por encima de los ojos, conformando una especie de tercer ojo sangrante. La segunda entró por la garganta, justo debajo del mentón. La tercera… perforó el corazón.
Rubén dejó caer el arma al piso y se recostó sobre el cuerpo ensangrentado, tomándolo entre sus brazos.

Daniela besó a sus dos hijitas, muy pequeñas, en la frente. Les pidió que no lloren, les suplicó que no lloren. Tomo sus valijas y se fue de su casa, de su hogar. Ignacio esa misma noche también besó a sus dos hijitas en la frente, las tapó con sus frazadas. Apagó la luz y justo antes de cerrar la puerta del dormitorio les dijo que las amaba.
Bajó las escaleras, tomó el teléfono, llamó a su hermana y le pidió que por favor venga urgente a su casa porque una de las nenas no se sentía bien. Inmediatamente después fue a la cochera tomo un pequeño revolver calibre 22 y se disparó en la sien… tuvo que repetir la acción al darse cuenta segundos después de que seguía vivo. Tirado en el piso y casi sin siquiera poder respirar ni moverse, desangrándose muy lentamente volvió a tomar el arma que había caído a centímetros de su mano. Esta vez se la puso en su boca… el disparo cumplió su cometido… lo mató.
Todo lo que quería era amor.

Una mañana de mayo Ian puso un disco de Iggy, su esposa había ido de compras a un mercado cercano a su casa. Ian buscó por todos lados una soga que había visto unos días antes.
Cuando logro encontrarla, tomo una silla, se subió y ató la soga a una lámpara que colgaba del techo. Se aseguro que resistiese su peso, que por cierto no era mucho. Bajo de la silla, subió el volumen de la música y luego se ahorcó.
Todo lo que quería era amor.

A Ian.